El primer stint lo hace Jon Duroudier, a muy buen ritmo y sabiendo que para llegar primeros, primero hay que llegar. Cauteloso y ganando confianza a los mandos del fstec12. Desde la grada nos informan a los de pista de cualquier incidencia: conos, salidas, etc. Son necesarias un par de vueltas para irse marcando vueltas de sobre qué segundo deberíamos ver el coche dónde, de tal manera que lo tengamos controlado. Dos personas al cronómetro -Ander LdS y servidor (el de Silverstone 2011 sigue siendo mi talismán)- otra apuntando tiempos -Xabier Gurrutxaga- y el segundo piloto -Josu Díez Letona- apoyando a Jon, observando y visualizando sus 11 kilómetros. Primeras vueltas sin incidencias, yendo hacia la tranquilidad (falsa tranquilidad porque eso aquí no existe) de ver que se rueda. Todo discurre normal, hasta que viene el martillo Formula Student. Vemos una bandera amarilla y un coche lento. Un coche precioso, monocasco de carbono, negro. Un coche en el que me había estado fijando estos días por su diseño, bien guardado atrás todo, estilizado en sus laterales. Ahora rueda anormalmente lento, y escuchamos la trágica palabra: fire!. Fuego, empieza a salir fuego de los colectores (zona de escapes en motor). Y se detiene inmediatamente. Una pequeña llama empieza a salir de dentro, luego otra, y otra más. La gente pide ayuda a los bomberos, estos empiezan a sofocarlo pero sigue habiendo llamas. Nervios. Gritos del equipo pidiendo que lo apaguen. Y más llamas. Luego humo, mucho humo. Y el olor más desagradable: el olor de un coche quemándose. El trabajo de un año, pasto de las llamas. Todos los coches en pista son llevados a la zona de cambio de pilotos con bandera roja, y todos intentamos volver a centrarnos en nuestra carrera mientas vemos como arrastran el sueño de un año quemándose. Entendemos la impotencia del equipo "rival" cuando exigen más competencia a los bomberos, entendemos su tensión, su rabia. Es duro ver cómo apartan un monoplaza a una lateral, quemado. Pero ahora estamos en nuestra carrera, y tenemos que volver a centrarnos.Teníamos una duda sobre el aceite, y corríamos el riesgo de fugar. Estuvimos trabajando la mañana interior buscando la solución y ahora que el coche está parado miramos con disimulo si dejamos marca en el suelo, si todo está ok. Nos miramos. Todo OK. Volvemos a carrera, volvemos a nuestra batalla. Siguen cayendo equipos, siguen cayendo coches. La dureza del trazado con numerosas curvas cerradas unidas, están haciendo estragos en las mecánicas. Varios equipos se han quejado ya de este trazado, pero ahora es hora de correr. Nosotros seguimos en pista, tiempos constantes y toca cambio de piloto. Cincuenta por ciento completado. Sale Jon, entra Josu. Preparamos todo en 1:30min, perfecto. Máximo tiempo admitido 3min, vamos bien. ¡Bandera! Volvemos a pista. Josu volando en pista. Muy rápido, ganando confianza. Decidimos bajar el ritmo para así tener en cuenta los puntos de consumo eficiente: le hacemos una seña de todo OK pero que maje ritmo, y en la siguiente vuelta está ahí. Perfecto. Vamos. Queda menos de la mitad. Diez vueltas. Nueve...
No lo vemos aparecer por el punto de control que nos hemos fijado. Llamada desde la grada, algo va mal. El coche se ralentiza en curvas lentas. Lo vemos aparecer y se puede ver a Josu sufrir con el coche. Empujándolo más él que el coche cuando entra en curva lenta. Sufre y lucha. Lucha. Vuelve a coger ritmo en recta, pero estamos perdiendo muchísimo tiempo. De nuevo en línea con grada, parece que se para en algunas curvas. Corazón en un puño. Por favor, queremos acabar. Todos en silencio, viendo y no creyendo. Josu lucha hasta el final, pero el fstec12 dice basta. No gira, algo va mal. Empujamos todos desde la grada, desde pista y Josu desde dentro. Todos guardamos la respiración, confiando en la épica. En que algo se solucione... No. No. Definitivamente, no. Es el final. No ha podido ser, estamos oficialmente fuera de carrera. El fstec12 aparcado en la hierba. Josu fuera del coche. Manos a la cabeza y mil preguntas. ¿Por qué?. Apenas ocho kilómetros nos separaban del final.
¿Qué decir ahora? ¿Qué explicar? ¿Qué contar?
Pasa esa primera media hora de rabia e impotencia en la que te preguntas mil veces por qué no hiciste eso mejor, por qué no sólo ocho vueltas más, por qué hoy. Ves a los equipos que terminan celebrarlo y sientes esa envidia sana de saber que podrías haber sido tú. Pero miras a otro lado y ves a otros en tu misma situación y sus caras son un espejo. Pasa esa primera media hora de la basura... Y volvemos a ser Tecnun Motorsport. Volvemos a darnos cuenta de lo que hemos hecho para venir hasta Italia, para tener un coche listo para competir en Barcelona y Varano. Listo para competir, no para estar. Para luchar en todas las pruebas. Porque aunque no hayamos terminado la Endurance, estamos orgullosos de haber dado la cara siempre. Se nos podrán echar en cara muchas cosas y mil más para corregir (así es como se aprende), pero nunca que no dimos la cara. Hemos competido en todas las pruebas dinámicas y estáticas de la Formula Student 2012. En todas. Siempre. Lamentamos no haber podido terminar, por nosotros y por vosotros. Pero hemos terminado con la sensación de haberlo intentado al máximo. Claro que preferimos terminar, claro que preferimos celebrar una endurance que un abandono. Pero estamos muy satisfechos con el trabajo realizado. Nunca tiramos la toalla. Nunca dejamos de ser un equipo.
This is Tecnun Motorsport.
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